NUESTRA MISIÓN:Proteger y preservar el patrimonio natural y cultural del Charco del Ingenio, así como mantener un jardín botánico dedicado a la conservación y el estudio de la flora y los ecosistemas regionales, orientado principalmente a la educación ambiental.
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Históricamente, las pandemias han obligado a los humanos a romper con el pasado e imaginar su mundo de nuevo. Esta no es diferente. Es un portal, una puerta de enlace entre un mundo y el siguiente. Podemos elegir atravesarla, arrastrando nuestra avaricia, nuestros bancos de datos e ideas muertas, nuestros ríos muertos y cielos humeantes detrás de nosotros. O podemos caminar ligeros, con poco equipaje, listos para imaginar otro mundo. Y listos para luchar por él.
-- Arundhati Roy
Con el propósito de sumarnos al esfuerzo articulado de la sociedad en su conjunto y siguiendo los lineamientos de la Secretaría de Salud federal, El Charco del Ingenio, Jardín Botánico y Área Natural Protegida de San Miguel de Allende, ha debido cerrar sus puertas temporalmente a todos los visitantes y usuarios, incluyendo los miembros del Jardín. A partir de la reciente declaración oficial de la tercera fase de la pandemia, y de la enfática recomendación oficial de suspender las actividades consideradas no esenciales, El Charco ha tomado esta inédita decisión, para coadyuvar en la reducción de la movilidad en el espacio público.
El personal de guardia se mantiene en el Jardín día y noche, con funciones sobre todo de vigilancia para proteger la reserva, sus colecciones e instalaciones, necesidad mayor y continua debido a la presente temporada de sequía y de incendios. Pedimos atentamente a los usuarios, miembros y visitantes del Jardín Botánico abstenerse de ingresar a la reserva por cualquier vía en tanto esté vigente esta restricción.
Son ya semanas, y serán quizá meses, de una difícil situación anímica y económica a nivel tanto planetario como local. El Jardín Botánico habrá de resentir su parte, al prescindir de sus ingresos y mantener, como lo hace, el salario de todo su personal. En contraste y debido a escasa presencia humana, El Charco experimenta una exhuberancia de vida silvestre que no habíamos registrado con anterioridad: anidamiento de aves en abundancia, mamíferos que reaparecen por toda la reserva y un ecosistema que se activa y fortalece día con día.
Y más allá del Charco, quizá sea ésta una gran oportunidad para replantear el modelo de desarrollo desigual y depredador que ha regido a San Miguel de Allende en años recientes, para encontrar caminos más justos y respetuosos de la comunidad y la naturaleza.
--Como que están cantando más, los pájaros--, le comentamos al Dr. Leopoldo Estrada, fundador y hacedor del Charco desde su creación.
--Y no sólo eso-- responde asombrado--, sino que ahora cantan diferente y a distintas horas que antes...
--Pero es que también ahora tenemos más tiempo para escucharlos—decimos.
Diálogos de este tipo son comunes en estos días por todas partes. También en San Miguel. Parece ser que el silencio urbano provocado por esta extraña pausa a la que estamos de pronto obligados, ha sido propicia para la movilidad, el apareamiento y el canto de las aves. De pronto han cesado para ellas los ruidos crecientes de nuestra ciudad patrimonio. Ese estruendo combinado y permanente de tráfico vehicular, campanazos, trepidantes cohetazos lanzados en fiestas populares y en festejos privados, ruideros musicales expulsados de salones de bodas y de bares en azoteas, mariachis multiplicados y en general el intenso murmullo emitido por las multitudes turísticas de manera incesante… De pronto todo se fue deteniendo, se fue silenciando. Y los pájaros recuperaron el espacio aéreo, el espacio público del cual fueron gradualmente expulsados a lo largo de los años (¿Alguien recuerda aún los atardeceres de tordos en los laureles del Jardín Principal?). Las aves viven hoy en San Miguel un excepcional periodo de gracia… pero será por poco tiempo. La añorada “normalidad” se aproxima y con ella retornará el estruendo urbano que parece no tener límite.
--¿Queremos de veras volver a esa “normalidad”..?
Desde su lanzamiento en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, el 22 de abril de 1970, esta celebración mundial para la preservación de la naturaleza ha venido sumando voluntades y acciones a lo largo de medio siglo. La innegable y devastadora realidad que nos ofrecen el cambio climático, la contaminación generalizada de tierras y mares, y la galopante extinción de especies y ecosistemas en todo el planeta, han revestido al Día de la Tierra de una relevancia cada vez mayor. Relevancia que hoy se potencia, al resultar cada vez más evidente la invasión humana de los hábitats de las especies silvestres como una causa sustancial de la serie de epidemias surgidas en nuestro siglo, como la que estamos padeciendo actualmente a nivel mundial. Como señala la activista hindú Vandana Shiva: “La ilusión de la tierra y sus seres como materia prima para ser explotada con fines de lucro está creando un mundo conectado a través de la enfermedad”.
El Charco del Ingenio se ha sumado a la agenda internacional del Día de la Tierra, ofreciendo un video para reflexionar sobre la pausa inesperada, el cambio climático y su relación con las enfermedades, la gobernanza alimentaria, los servicios ecosistémicos y la nueva forma de pensar el bienestar. ¡Ayúdanos a compartirlo!
La renovación de nuestra Recepción y la construcción del Centro de Interpretación
Ambiental de El Charco del Ingenio, es posible gracias a la generosidad de nuestros
donantes. Esta obra marca un parteaguas en la historia del Jardín Botánico,
refrendando su compromiso con la comunidad sanmiguelense de conservar y
estudiar la flora regional, así como la promoción de una cultura de respeto a la
naturaleza. Seguiremos trabajando para lograr este sueño y necesitamos de tu apoyo: si
deseas donar o conoces a alguien que quiera hacerlo, por favor comunícate a
elcharcocontabilidad@gmail.com
¡Toda ayuda es importante para continuar!
Euphorbia radians es el nombre científico de la Flor de tierra. Esta especie comparte la característica de la suculencia con otras plantas, que han evolucionado para sobrevivir a climas donde el agua es escasa. Caminando por los senderos del Charco, aparece esta extraña inflorescencia de temporada, que almacena el agua en una hilera de raíces en forma de salchicha ¡Asombroso!
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Cada martes del mes de mayo a las 12 del día, nos enlazamos vía facebook con la CONABIO para escuchar a especialistas sobre distintos temas relacionados con la naturaleza, conservación y sustentabilidad.